Caballeros Honoríficos
El Ilmo. Sr. Conde de Carrión de Calatrava
CUNA DE LA ORDEN DE CALATRAVA
La Nobleza Española ha jugado un papel de vital importancia en la forja de nuestra Nación.
Los Caballeros Cristianos, la Nobleza, con sus leyes específicas y obedeciendo sus valores morales y espirituales, mantienen como objetivo preservar la Fe y la unidad de España, por la que sus antepasados han luchado a lo largo de los siglos preservando los valores que la rigen y sus códigos morales.
Valores como la Lealtad, la Fidelidad, la Justicia, el Honor y la protección de los más débiles.
Miles de Caballeros Cristianos lucharon y murieron para preservar lo que hoy hemos heredado. Entre ellos, aquellos que defendieron la fortaleza de Calatrava La vieja, de la que posteriormente surgiría la Orden de Calatrava, la más antigua orden militar de España.
La fortaleza de Calatrava La Vieja fue frontera, un rompeolas que se convirtió en la vanguardia ante un vasto territorio desde el que acechaba una gran amenaza.
El abad Raimundo y Fray Diego Velázquez, los monjes del Císter, los caballeros Cristianos y el ejército que la defendió, formado por hombres de toda condición social, consiguieron una gran victoria que aseguró una posición estratégica la cual facilitó las posteriores ofensivas que desembocaron en el triunfo de los ejércitos Cristianos en las Navas de Tolosa.
Su Fe y entrega, aun luchando en inferioridad ante un rival muy poderoso, consiguieron imponerse finalmente en aquel remoto lugar fronterizo del Reino.
Tenemos la obligación de honrar su memoria, pues gracias al sacrificio de miles de hombres que lucharon por su tierra contribuyeron enormemente a la creación del germen de lo que hoy es España y, a su vez, a la posterior existencia del gran legado de la Hispanidad.
La Nobleza actual hereda los valores y obligaciones que nos transmitieron nuestros antepasados. Como no podía ser de otra manera, con el máximo respeto y obediencia a S.M. D. Felipe VI, y a las bases de la convivencia de la Constitución Española de 1978.
Mantiene también sus principios de ayuda y protección de los más desfavorecidos, participando en comedores sociales o colaborando en programas de ayuda social como en los que participa activamente la Diputación de la Grandeza de España y Títulos del Reino.
Al igual que nuestros antepasados, manifiesta abiertamente su Fe cristiana y la defensa de sus valores, obligación que mantenemos hoy en día.
Manifiesta además el reconocimiento a la labor de nuestras Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a su gran sacrificio y abnegación para defender la unidad de España y garantizar nuestra seguridad, en muchas ocasiones aún a riesgo de sus propias vidas.
En la actualidad se ciernen nuevas, y no tan nuevas, amenazas sobre nuestra cultura y valores. Por ello, la defensa de la Familia es un pilar fundamental, pues en ella se transmite el legado y las enseñanzas de nuestras generaciones precedentes. A su vez, compartimos nuestras creencias y tradiciones con una gran familia de compatriotas, y fuera de España, con gran parte de la sociedad Europea y Americana que comparte nuestras raíces y valores.
Aportar a la sociedad debe de ser una obligación ciudadana. Debemos mantener el continuo esfuerzo para mantener los valores, la defensa de la unidad de España, la concordia y la unión, puesto que no debemos permitir que nuestro país sea un país dividido y por tanto, más vulnerable.
Como sucedió en aquel entonces en Calatrava La Vieja, al igual que aquellos que acudieron en su defensa en el año 1158, debemos ser la vanguardia ante las nuevas amenazas que tenemos ante nosotros y defender nuestra cultura y civilización.
Debemos ser activos, tenaces en ésta defensa de los pilares de nuestra sociedad, nuestra tradición, nuestra identidad y por supuesto, nuestra Fe. Ser los padres del mañana y, en éste momento de la Historia, transmitir el legado recibido a las generaciones venideras. Esta es nuestra obligación.
 
  
  
  
  
  
 